Derivados financieros, aliados en las operaciones de nearshoring

Una empresa de alto rendimiento financiero da prioridad a la calidad y pensamiento estratégico.

Este artículo, es una invitación a reflexionar que existen soluciones a la fuga de utilidades por volatilidad. Los conceptos y consejos que te comparto tienen la finalidad de apoyar y garantizar los mejores resultados en tu empresa.


La reducción de utilidades aumenta en escenarios de mayor volatilidad en tipos de cambio, tasas de interés, precios de los energéticos y metales industriales, ante conflictos bélicos, cambio climático y en general de eventos inusuales que han estado manifestándose en nuestros tiempos cada vez con mayor frecuencia e impacto que en el pasado.


Los derivados financieros son instrumentos ideales para compensar los efectos de la volatilidad, a continuación, compartiremos recomendaciones que les podrán asistir en la dinámica del mercado financiero.


En la práctica es usual la contratación de derivados cotidianos para operaciones recurrentes y relativamente simples del rango de menos de 750,000 USD con plazos cortos de meses y menor a 1 año. Normalmente dichos instrumentos no utilizan el apoyo de un asesor independiente por su estructura de carácter sencillo, como lo son los forwards sin ninguna variación que modifique su esencia básica.

La contratación de los derivados cotidianos se realiza con casas de bolsa y bancos autorizados por Banco de México, las recomendaciones para las empresas son:


  • Cotizar el mejor precio posible con 2 o 3 instituciones financieras,
  • Contabilidad de coberturas para controlar y monitorear la posición para maximizar su eficiencia.


Dentro del marco de la contabilidad de coberturas se debe evitar:


- Copiar el valor del derivado del estado de cuenta enviado por el banco,

- Reflejar el valor de la partida cubierta del lado contrario y registrar como eficiente,

- Registrar como negociación los derivados financieros designados de cobertura.


Lo anterior, porque básicamente es un auto daño o vendarse los ojos, por lo tanto, asegurarse de hacerlo bien es garantizar que se sigue la ruta y estrategia correcta.


La situación se pone interesante con derivados complejos de carácter más robusto, con montos superiores a 800 mil USD y plazos generalmente mayores a 1 año. Por ejemplo, créditos de mediano y largo plazo para inversión en activos, volumen alto de operación en divisas, inversiones internacionales, etc. Es aquí donde se debe poner más atención porque existen más de 170 tipos de derivados compuestos, exóticos, estructurados y sus variaciones que generan un abanico de alternativas que crean un nivel de complejidad donde el acompañamiento de un asesor externo y especializado es recomendable, incluso instituciones financieras como el Bank of Ireland lo sugiere por ser un principio de independencia de las Mejores Prácticas.


No todos los instrumentos son funcionales a las necesidades específicas de la empresa. Existen grandes diferencias entre los tipos de instrumentos que pueden afectar en lugar de compensar.


Otras recomendaciones en la práctica con derivados complejos son:


  • Comprensión total de la estructura de derivado
  • Análisis del comportamiento esperado en escenarios extremos
  • Valuación del precio del instrumento
  • Consenso estratégico del Consejo de Administración y sus Directivos
  • Contabilidad de coberturas (evitando los puntos antes mencionados)


Cuando escuchamos que el nivel directivo de una empresa sostiene que “no tiene riesgo” porque tiene operaciones en la misma divisa, por ejemplo, ingresos en USD y con créditos en USD, no está considerando sus costos y gastos de operación en moneda nacional. Lo que ocurre en esos casos es un traspaso del riesgo cambiario y que no es igual a una cancelación de este, por lo tanto, se vuelve necesario cubrirlo para evitar fugas de utilidades y elevar el nivel de eficiencia financiera. 


Algunos ejemplos básicos de las ventajas de la certeza financiera con el uso apropiado de derivados:


  • Producción.  Fijar el precio de venta desde ahora, para la fecha futura en la que planea tener sus productos (p.e. metales, petróleo o agrícolas) listos para su entrega, eliminando pérdidas por baja de precios.
  • Industria. Fijar el precio de compra de materia prima para la fecha estimada de utilización, ante la pérdida por incremento en los costos. Fijar el costo de importación de maquinaria.
  • Inversión. Fijar el tipo de cambio de su moneda de inversión estableciendo la compensación de pérdidas cambiarias por depreciación de la moneda local, pero sin limitar las utilidades cambiarias ante una apreciación de dicha moneda local. Fijar el tipo de cambio de una mayor tasa de interés en una divisa y evitar tasas de rendimiento negativas por la apreciación de la moneda local, al regreso del capital invertido en fondos extranjeros.


¡No hacer nada es asumir el riesgo! Asumirlo es dejar al azar los resultados, es quedar a la deriva para ver cómo se pierden utilidades. Ser estratégico es ver 2 pasos adelante para estar listos ante la adversidad del mercado, ¿de qué lado decides estar?


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