La toma de decisiones ante la incertidumbre del entorno económico local

Sergio García Quintana

Julio 2019

Puntos Finos


Cuando la incertidumbre de los eventos futuros retrasa la toma de decisiones porque son sucesos nuevos e inesperados, se deben buscar los datos que permitan fundamentar razonablemente las decisiones de manera analítica o subjetiva para contrarrestar la falta de certeza de lo desconocido e inesperado.


INTRODUCCIÓN

La incertidumbre es un hecho o situación a la que nos enfrentamos diariamente, y que forma parte primordial de las decisiones que tienen efectos a nivel personal o empresarial. El Diccionario de la Real Academia Española la define como la “falta de certidumbre”, es decir, la ausencia de certeza en los eventos futuros.

Por tanto, el nivel de impacto de esta certeza va desde la decisión de llevar o no el paraguas cuando salimos de casa, porque no estamos seguros si va a llover, hasta la decisión de invertir o no, en la compra de un negocio, el cual puede incrementar nuestro capital.


En ese orden, los profesionales de la toma de decisiones de inversión financiera se enfrentan cotidianamente a la decisión de invertir en algún instrumento que pueda representar un nivel de riesgo aceptable para el nivel de tasa de interés que está ofreciendo a los inversionistas. Una de las frases que serán una referencia de decisión es la de: “A mayor riesgo, mayor rendimiento”.


Uno de los aspectos a tomar en cuenta al momento de invertir, es la calificación crediticia que les otorgan las compañías especializadas en evaluar a los emisores de instrumentos o incluso a emisiones que tienen la capacidad crediticia para cumplir con el servicio de la deuda emitida, por medio del otorgamiento de una calificación que logra un grado de inversión.


Este último, es muchas veces establecido para limitar a los administradores de fondos de inversión o administradores de fondos de retiro que puedan comprar estos instrumentos como parte de sus portafolios de inversión.


Así, mientras más alta sea la calificación otorgada, menor es la probabilidad de incumplimiento y menor la tasa de interés pagada. Por lo contrario, si la calificación otorgada es baja, es mayor la probabilidad de incumplimiento del emisor, y la tasa de interés pagada por ese emisor también será más alta.


En ese sentido, la certidumbre en el pago de la deuda está basada en la relación riesgo/rendimiento que toma el inversionista con base en la calificación otorgada y el porcentaje de incumplimiento establecido por la calificadora con base en su metodología de evaluación de riesgo de crédito de contraparte.


Algunos de los aspectos primordiales a tomar en cuenta son: (i) el costo y (ii) el horizonte de inversión, es decir, la inversión inicial y el plazo. Las inversiones de corto plazo buscarán tener resultados rápidos y, por tanto, podrían estar sujetas a un nivel alto de aleatoriedad, mayor frecuencia y, muy probablemente, tendrán un monto menor si se comparan con inversiones de capital de largo plazo, las cuales tendrán horizontes de inversión de varios años y de montos significativos que darán resultados en etapas establecidas, de acuerdo con un proyecto de inversión bien planeado.


La incertidumbre está implícita en todo tipo de proyectos: de inversión, social, industrial, inmobiliario, estructural, gubernamental, corporativo, etc. En general, en la medida que el tamaño de un proyecto de inversión requiera la participación de un mayor número de elementos será necesario concatenar todos los recursos humanos, materiales, técnicos y financieros, los cuales permitan la realización del proyecto con la mayor certeza y disminuyendo el grado de incertidumbre que pudiera representar para la toma de decisiones de los inversionistas.


En el mismo sentido, se deberán considerar los efectos o consecuencias de tal decisión, debido a que no será fácil o posible deshacer los efectos de una decisión tomada en caso de que no se presenten los resultados esperados.

En otras palabras, no se puede evaluar un proyecto asumiendo que los factores de riesgo permanecerán sin cambio durante toda la vigencia del proyecto. Por consiguiente, se pueden considerar, por ejemplo: (i) que un aumento en el tipo de cambio puede incrementar la inversión para la compra de materiales y maquinaria importada, haciendo inviable el proyecto; (ii) el incremento en el precio del gas puede aumentar los costos de producción, reduciendo las utilidades; (iii) el incremento en el precio de las materias primas puede incrementar el precio del producto final y sacarlos del mercado, entre otros.


ESCENARIOS ALTERNATIVOS

En la toma de decisiones empresariales se identifica la necesidad de contar con datos, los cuales permitan tener un escenario de resultados probables y que ayuden a tomar decisiones fundamentadas en esos indicadores.


Esta probabilidad de ocurrencia analítica es ampliamente considerada en la teoría de probabilidades que, a través de la frecuencia de los datos históricos recopilados, busca la formación de una distribución de probabilidad, la cual permita con un grado de confianza establecido, obtener un porcentaje de ocurrencia esperado de un evento analizado.


Por ejemplo, en una variable dependiente que se comporta de forma de una distribución normal, se tendrá un 68% de probabilidad de que el próximo valor de la variable caerá dentro del rango del valor esperado más/menos una desviación estándar con relación al valor de la media, permitiendo, también, medidas adicionales para determinar la probabilidad de ocurrencia de otros resultados. Esto permite contar con mayores elementos para una adecuada decisión.


En casos de eventos nuevos o poco frecuentes, no será posible contar con datos históricos que permitan establecer un comportamiento esperado y determinar analíticamente una probabilidad de ocurrencia, por lo cual una vía alterna será establecer una probabilidad subjetiva con base en la percepción del riesgo o la certeza que de tales expectativas pueda tener el tomador de decisiones.

La percepción de un evento del que no se tiene ningún antecedente, se puede relacionar con el tomador de decisiones de dos maneras: una es con base en la asociación de eventos o sucesos que pudieran parecer iguales o similares a alguno que ya se tiene registrado en la memoria, y que permite percibir una forma, sonido, olor o sabor similar a algún objeto o situación que ya hemos tenido conocimiento antes.


Y la otra, es buscar y consultar información disponible en bases de datos especializadas, expertos en la materia, bibliografía, casos similares para empezar a formar un juicio con un grado de certidumbre acorde con la disponibilidad de la información.

En ambos casos se podrá expresar una opinión con base en nuestra propia percepción. Entonces, quizá se podría decir: “Se parece a un…”; “habla como mi conocido experto en…”, etc. Ese nivel de similitud pudiese brindar un determinado nivel de certeza un poco mayor a no tener ninguna percepción de los comportamientos futuros.


Se pueden tener niveles de certeza e incertidumbre con datos históricos, determinando una probabilidad analítica, más una probabilidad subjetiva en donde participan más los sentidos personales, las emociones, experiencia y estado de ánimo que tiene el tomador de decisiones en ese momento crucial.


Un ejemplo de esta combinación sería: La decisión de invertir en una acción cotizada en bolsa con base en sus indicadores financieros fundamentales, y haber determinado el número de acciones con base en su rendimiento esperado y su peso en el portafolios de renta variable de la empresa. Así, la parte de probabilidad subjetiva estará al seleccionar el momento oportuno de compra de las acciones en el mercado de valores.


Para poder disminuir la incertidumbre también se pueden considerar los escenarios internos y externos para ubicar el nivel de participación e influencia que tendrá el tomador de decisiones para reducir la exposición a la incertidumbre de la decisión tomada, separando los eventos y grado de afectación que pudieran representar en caso de presentarse y tomar –de ser posible– las medidas precautorias para controlar o aminorar los efectos de la incertidumbre.


Por otra parte, el uso de los instrumentos financieros derivados permite asegurar un precio, tipo de cambio o tasa de interés, que eliminan el riesgo de incrementos en las materias primas, pérdidas en las operaciones de comercio internacional o evitar la pérdida en inversiones de renta fija o en los costos de fondeo.


Ahora bien, los momentos de mayor incertidumbre en los mercados financieros nacionales e internacionales se presentan cuando los cambios en los comportamientos esperados y los factores de riesgo se vuelven muy volátiles.

Esas variaciones significativas son una de las principales características del caos que se presenta cuando las variables determinísticas pierden su orden y sincronía con su medio ambiente o con el sistema en el que generalmente están interactuando.


CONCLUSIÓN

Las decisiones de consumo e inversión se irán perfilando en la medida que los eventos internos y externos vayan dando pauta al comportamiento futuro de los mercados. En un ambiente de eventos nuevos y sucesos internacionales no vistos se deberá analizar la “resiliencia” de los mercados financieros nacionales para evolucionar en su producción, composición y crecimiento personal y empresarial, pues en esa medida se tendrá mayor certeza de permanencia y sustentabilidad empresarial.


Mtro. Sergio García Quintana, Presidente de la Comisión de Finanzas y Sistema Financiero del Colegio de Contadores Públicos de México


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